Doy por más que bueno el negocio millonario, sobre todo en Estados Unidos, que deben de estar haciendo unos muchos pajarracos, con el suicidio de Robin Williams. La muerte de este hombre, va a servir, además de para que se forren con él, los buitres de siempre, para dar a conocer a nivel mundial la Demencia con Cuerpos de Lewy y, esta, es la parte que doy por válida del macabro asunto.
De las «alertas de Google», si he suprimido unas cuantas fuentes que, por lo visto, lo único que tienen que decir sobre esta enfermedad, es todo el noticiario de cotilleos morbosos que hay pululando por la red, sobre el suicidio de este pobre hombre.
Te doy las gracias, Robin Williams.